28 de septiembre de 2010

¿Cómo hacemos para integrarnos?

Es irónico que el proceso ciudadano por excelencia, el democrático, saque a la luz lo peor de muchos. El azul odia al amarillo, el amarillo al rojo y el rojo al azul…Los espacios para el dialogo y la exposición de ideas se dinamitan; los rechazos son, en la mayoría de los casos, automáticos y sin análisis; el hastío se exhibe y el desencanto aparece, mostrando una sociedad que dista mucho de tener voluntad de negociar, de evaluar alternativas y de discrepar en paz para levantar un mundo común para todos.
¿Cómo integrar una sociedad que busca de manera obsesiva crear barreras? ¿Hay espacios para el trabajo democrático pleno, que vaya más allá de solo marcar con un aspa en el recuadro de una hoja o en toda ella? ¿Es en realidad este el camino que elegimos para construir en el Callao? ¿Por fin, podemos ver un poquito más allá del 03 de octubre?
Uno de estos días, después de descalificar a todos los políticos (que muy poco hacen por no ser descalificados) tendremos que mirarnos en un espejo para evaluar nuestra disposición a respetar las discrepancias y a construir en la diversidad. Porque, si algo es evidente, a 174 años del inicio de nuestro proceso como pueblo autónomo, es que ya estamos muy lejos de ser todos iguales o tener posturas monolíticas. O negociamos y cedemos cuando sea necesario o no podremos dar un paso hacia alguna parte y seguiremos escupiendo al cielo, suponiendo que nunca seremos salpicados.
Educar en la diversidad y en la comprensión de los sentimientos de otros debería ser un punto esencial, porque hoy usamos, inexplicablemente, el arma de la democracia para destruir sus frutos.
En este escenario, defender nuestra verdad no es suficiente sino escuchamos, aceptamos y entendemos las verdades ajenas. Esto es ser comunidad. Ésa es la comunidad que buscamos y proponemos en este sitio.

21 de septiembre de 2010

Un Nuevo Día

Escribo desde un estado de combinación anímica extrañísima. Desde la tristeza y la euforia. Una especie de polaridad que me impulsa a expresarme desde lo más profundo de mí ser.
Estimados amigos, lectores no amigos, curiosos y todos los que pasen por este sitio, sino vengo asiduamente a navegar por estos lares es porque atravesé la orilla y me dije que solo debía escribir en un registro más personal.
Han sucedido hechos de los que cuando sea anciano, les contaré a mis nietos, si acaso los tengo, sobre cómo pasamos en familia, años de angustia y dolor, cómo una enfermedad puede trastocar toda nuestras vidas, cómo la gracia se va develando en medio de heridas internas y pesares, cómo se conquistan nuevos espacios de amistad, cómo se olvidan los rencores y los reproches. Cómo gozamos y lloramos también.
¿Nuevas generaciones serán capaces de acabar con los males del alma?, que son los peores de todos los males porque obstruyen las posibilidades de forjar un país sólidamente fuerte, que rechaza ser nido de gente enferma. No soy alguien que aspire conquistar posiciones o posesiones. Soy alguien como cualquiera de ustedes. Quizá la edad influye en movilizarme más en la mirada introspectiva y panorámica de uno mismo. Quizá también influye la espiritualidad desarrollada desde que era un pequeño observador y al que mi madre decía: “hey hijo, mira todo a tu alrededor y no aceptes separar a Dios de lo que nos pasa”.
Hoy es 21 de Setiembre, Día Mundial del Alzheimer, una fecha que pasará inadvertida para muchísimas personas en el mundo entero y sin embargo, será un día muy sensible para millones de hogares alrededor del planeta. Y en un puntito, infinitamente pequeño, en ese escenario global, me encuentro yo y mis recuentos. Hace unos años atrás le diagnosticaron el mal de Alzheimer a mi madre, una enfermedad degenerativa, progresiva e incurable de la que ya me he ocupado en otros post.
Según la ciencia médica y todo su imperio de revelaciones, mi madre ya debería entrar en su última fase; sin poder hablar, sin saber amar, sin recuerdos, sin memoria, sin esa luz que encendió su vida y la nuestra durante tantos años. Hoy, que la vida nos sigue regalando el privilegio de tenerla aún con nosotros y, a pesar de que el mal ya ha arrasado con la mayoría de sus recuerdos, puedo decir que no todo es tan malo dentro de lo malo, que hemos logrado vencer los más desastrozos pronósticos y puedo también, repetir aquello de “más vale encender una vela que maldecir la oscuridad”.
Gracias Mamá, por enseñarme a ver la vida desde un ángulo diferente, por tantos años de amor compartido. Gracias Señor, por no separarte nunca de ella ni de nosotros.

11 de septiembre de 2010

¡Fuerza Carlitos!

Hay temas sobre los que resulta complicado escribir. Escribir, por ejemplo, sobre nuestras desgracias personales. Sobre la muerte de algún ser querido o  sobre las fatalidades inesperadas. Un poco de todo eso, es de lo que hoy me toca escribir. Y me refiero, específicamente, a un caso que tiene nombre y apellido: Carlitos Arana.
Conocí a Carlos Arana sobre un escenario, como la mayoría de sus amigos creo. Hace más de dos décadas atrás, en Ventanilla tuve mi primer encuentro personal con el teatro y por ende con ‘Carlitos’ (como le decimos todos de cariño). Participábamos de la Opera Rock: ‘Jesucristo Superstar’. Recuerdo que quedé impresionado porque mientras que a mí, -literalmente- me ‘temblaban las piernas’ después de cada escena, él dominaba el escenario de manera más que sorprendente.
Bailarín, coreógrafo, artista, instructor de aeróbicos, buena persona y mejor amigo. Carlitos Arana pelea por su vida desde el 15 de agosto, cuando tuvo que ser hospitalizado de emergencia, en el hospital Carrión del Callao, tras desvanecerse a causa de un terrible accidente de tránsito que le ha marcado la vida a él, a todos sus familiares y a muchos de quienes lo conocemos.
Un lamentable suceso que nos hace entender que la vida no es nada más que una frágil llama encendida en un candelero que en cualquier momento, vientos inesperados pueden apagarla o simplemente cambiar nuestros destinos y el de nuestros seres queridos por siempre.
Frente a las montañas de cosas que se dicen sobre este caso (la mayoría pesimistas) mi primera reacción es de pasmo y miedo. Miedo ante la posibilidad inmediata de que el desenlace sea fatal y todo lo que eso conlleva. Pasmo ante la imposibilidad de hacer algo verdaderamente valioso por él, por su familia, por la amistad…más allá del clásico: ‘lo siento mucho’.
Se dirá, por supuesto, que nadie ‘tiene la vida comprada’, que nadie sabe lo que nos depara ‘el destino’ o que es nuestro deber, ‘como buenos cristianos’, saber aceptar ‘la voluntad de Dios’ y tal vez, tengan razón. Pero probar un consuelo tan simple y común como ese, no mejora en nada el ánimo con el que escribo este post.
Hoy, a casi 30 dias del lamentable suceso que aún mantiene a Carlos Arana en estado inconsciente, solo nos resta mantener la calma y elevar nuestras oraciones para que la fuerza divina nos de esas señales luminosas con las que muchas veces nos sorprende y, al fin suceda en Carlitos, el milagro de volver a verlo, sobre el escenario de la vida, con la misma vitalidad de siempre.
Así sea.

3 de septiembre de 2010

¡Nace una nueva prensa Chalaca!


En un acto de heroísmo, de temeridad, o quién sabe si de ambas cosas, Tulio Alexsis Chávez Toro aparece con un nuevo proyecto bajo el brazo. Aunque más que un proyecto, ya es toda una realidad. Se trata, nada más y nada menos, que de ¡Un diario para El Callao!
El pasado 26 de agosto circuló por primera vez “Prensa Chalaca”, que por lo pronto puede presumir de estar haciendo una gran inversión, -no solo económica sino además de confianza- en estos tiempos de zozobra e incredulidad. “Este diario tiene la intención de llegar a lugares olvidados donde otros medios no llegan” afirma Carlos León Ugarte, editor general de “Prensa Chalaca”.Aunque este nuevo medio chalaco es un producto del mismo Grupo de Comunicaciones que edita –desde hace 12 años-, la Revista Así de Ventanilla, su director Tulio Alexsis Chávez Toro, no desea que este sea relacionado directamente con ella, pues anhela posicionarse como un nuevo medio totalmente independiente, con una oferta informativa novedosa y un tratamiento periodístico diferente. De allí que la intencionalidad de este nuevo diario sea darle mayor relevancia a la noticia del ámbito vecinal, buscando con ello un espacio en el cual los lectores se atrevan a denunciar lo que pasa en sus barrios y su cuidad.
“Prensa Chalaca” sale de lunes a viernes, cuenta con un diseño moderno y bien estructurado, cuesta 0.50 céntimos y aparece con portada a full color.
Tal vez le falta definir un poco mejor sus contenidos y ‘jalarse’ un par de colaboradores de ‘peso’, pero vayamos poco a poco, que recién van por su segunda semana.
Así qué, Bienvenidos, Felicitaciones y Muchos Éxitos.
Pd.- Lo que si nos resulta extraño es saber que al interior del gremio periodistico en el Callao, desde la aparición de "Prensa Chalaca", se vienen reportando diversos casos de males cardíacos, hepáticos y hasta renales. ¿Qué raro, no?

1 de septiembre de 2010

La Primera Comunidad Online del Callao


Dentro de poco lanzaremos oficialmente nuestro lugar en la web. La Primera y Única Comunidad Online del Callao. Hasta ahora, hemos compartido muchas inquietudes y vicisitudes en nuestra etapa de ‘prueba’. Nos sigue sobrecogiendo la buena respuesta de quienes nos ven, nos leen, nos oyen y nos escriben. Hoy queremos agradecerles todas las muestras de cariño y afecto que hemos recibido de parte de ustedes y queremos retribuirlas con una seria propuesta interactiva que no tiene porque ser “muy técnica” ni “aburrida”.
Creemos que una propuesta participativa es buena cuando se sustenta en la identidad de un pueblo, cuando se apoya en sus puntos fuertes, cuando es pertinente para la vida de aquellos para los que está dirigido, cuando es coherente, cuando es simple y cuando genera espacios de participación.
Por eso CHALACOS es una puerta abierta, una galería, una sala de espera, un bar, un museo,... al cual todos pueden entrar y acomodarse como mejor le parezca, conversar, compartir y conocer experiencias.
Crear un portal web, como el que pronto presentaremos, no es fácil, se necesita dinero para hacerlo, pero principalmente tiempo para dedicarse a él. Nuestras motivaciones no son económicas, pero no nos vendría nada mal el auspicio de alguna empresa o institución cultural. Pero, sobre todo, necesitamos gente dispuesta a llenar las paredes y los rincones vacios de este nuevo espacio.
Esperamos crear una comunidad activa, propositiva y lograr que CHALACOS, un espacio que pretende ser ‘Muchos más que una web!, se convierta en un agradable recorrido por lo mejor del Callao y de los buenos Chalacos.
Muchas Gracias y estemos atentos.