Desde que el mundo es mundo, las noticias o novedades tienen un atractivo irresistible. Sin embargo, en el tiempo en que no había televisión, ni radio, ni periódico, las novedades palpitantes eran más sabrosas, e impresionaban incomparablemente más que las de hoy en día. Eran tan buscadas que incluso alimentaban una profesión: la de los contadores de novedades (en francés: nouvellistes). Era una profesión y también un arte, pues el nouvelliste tenía que contar la noticia de forma atrayente, con bella descripciones, colocando en esto su talento personal.
En nuestra época, las noticias no tienen tantas exigencias. Basta que causen sensación. Y, claro está, las malas noticias impresionan más que las buenas. Se precipitan con la intensidad de un diluvio, cada vez que encendemos la televisión o abrimos el diario… Tanta es su abundancia, que ya estamos saturados de malas noticias, sobre todo aquellas que se eternizan: mal estado del tiempo, crisis políticas, epidemias, accidentes y preocupaciones de todo orden.
Las noticias o novedades de hoy tienen un defecto que las de antaño no tenían. Muy rápidamente pierden su gracia y se vuelven viejas. Bastan algunas horas. Para saciar el apetito de noticias, que se satisface tan de prisa es necesario contar, o inventar, otras más sensacionales que las anteriores, hasta el punto en que la víctima de este agotador proceso se diga a sí misma: “¡Basta ya!”, “¡Ya no más!”. Y hastiada de tanta noticia, cierre de mal humor el periódico, o apague la televisión.
¿Desde el Callao, no habrá buenas noticias o algunas novedades que contar?
Usted encontrará la respuesta en este sitio. Así que, realice una experiencia nueva. Apague su televisor, guarde el periódico y haga un recorrido entre algunas novedades que queremos compartir con usted.
Al lado de sus innumerables huellas y legendarias historias, El Callao tiene siempre riquezas nuevas que ofrecer. Se manifiestan de forma viva en el ejemplo de sus buenos vecinos, en sus realizaciones, en sus nuevos talentos, en el arte y en la cultura que ella inspira continuamente, y en tantas cosas más. Esto es sólo una muestra, “una botón”….
Seguramente, usted también, conoce alguna novedad o
buena noticia que nos pueda contar.
Esperamos que así sea… Y bienvenido a el blog de Chalacos.com.pe
En nuestra época, las noticias no tienen tantas exigencias. Basta que causen sensación. Y, claro está, las malas noticias impresionan más que las buenas. Se precipitan con la intensidad de un diluvio, cada vez que encendemos la televisión o abrimos el diario… Tanta es su abundancia, que ya estamos saturados de malas noticias, sobre todo aquellas que se eternizan: mal estado del tiempo, crisis políticas, epidemias, accidentes y preocupaciones de todo orden.
Las noticias o novedades de hoy tienen un defecto que las de antaño no tenían. Muy rápidamente pierden su gracia y se vuelven viejas. Bastan algunas horas. Para saciar el apetito de noticias, que se satisface tan de prisa es necesario contar, o inventar, otras más sensacionales que las anteriores, hasta el punto en que la víctima de este agotador proceso se diga a sí misma: “¡Basta ya!”, “¡Ya no más!”. Y hastiada de tanta noticia, cierre de mal humor el periódico, o apague la televisión.
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